PRESENTACION.
Desde la creación de la Ley de la Juventud (ley 375) se han desarrollado diferentes espacios legislativos en pro de reconocer los fenómenos de organización social juveniles como generadores de cambios significativos a mediano y largo plazo. Sin embargo y posterior al esfuerzo de muchos y muchas jóvenes que comenzaron a incidir políticamente, los y las jóvenes fueron adquiriendo un reconocimiento político gracias a sus acciones que les dieron credibilidad y propiciaron la apertura de espacios de participación de los jóvenes en instancias de importancia sin una perspectiva tan asistencialita como usualmente se les trataba. El hecho significativo en el reconocimiento de la juventud se dio en el marco de la constitución de 1991 en referencia al artículo 45 y 103, la cual reconoció al joven como un actor Protagónico en el desarrollo de nuestro país.
El reconocimiento de los procesos de los jóvenes, y las características de la organización juvenil que venía creciendo en el país, comprometía a este a diseñar estrategias que los promoviera y aumentara su incidencia social y política, por ello surgió la iniciativa de implementar un mecanismo de participación de la juventud, que se resolvió inicialmente mediante la consolidación de los Consejos municipales, departamentales y nacionales de Juventud, estrategia que no ha sido posible implementar con éxito en muchos municipios debido a la ausencia de procesos serios por parte de los entes gubernamentales locales en el tema de juventud y de formación en competencias ciudadanas y de participación, lo cual no han permitido gestar una verdadera cultura política entre los y las jóvenes. A cambio de esto, los procesos de organización juvenil en torno a expresiones e iniciativas Artísticas, Culturales, Deportivas, Productivas e Ideológicas se han dado de manera mas espontánea, gracias a que estas manifestaciones están inmersas en su cotidianidad y desarrollo, trascendiendo a procesos de organización mas complejos y de mayor incidencia social, política y económica.
En últimas en los jóvenes sigue estando latente una oportunidad en el rescate del nuevo ciudadano y de la comunidad que hoy queremos, hoy aún los jóvenes siguen creyendo que es posible adelantar y brindar oportunidades a sus pares como a sus contextos en general; Hoy los jóvenes siguen esperando que la institución brinde un espacio para trabar conjuntamente, mientras eso sigue en muchas zonas del país, por lo menos en Fusagasugá sabemos que ya inició.
